martes, 30 de noviembre de 2010

Algún que otro cambio.

Ya ha pasado más de un año y es más que evidente que las cosas han cambiado. O tal vez no. Supongo que hay cosas que a corto plazo son variables, y otras que, simplemente, necesitan algún empujón más para cambiar.
Mirando atrás puedo decir que he conseguido perfeccionar el don de la palabra hablada, no está el miedo a suspirar una frase que no se sostiene en el viento.
No veo el temor a no poder ser uno mismo en cualquier momento del día, quizás eso se ha notado más (o eso dicen) y también está muy lejos la falta de dependencia constante. Esto no significa abandono hacia los demás, simplemente es una necesidad de cada persona, tener tiempo para uno mismo, ya sean unos minutos o unos meses. Quizás hay gente que no lo comprenda, pero yo no puedo negar mis necesidades.
Llegados a este punto uno se da cuenta de todo lo que ha recorrido, y que lejano quedó todos aquellos recuerdos de instituto, navidad, infancia... pero que lejos y difusos quedan los recuerdos que aun están por construir, y cómo cuesta creer que queda mucho más todavía por hacer... siempre y cuando no te atropelle un autobús (que no lo quiera nadie)

No hay comentarios:

Publicar un comentario