domingo, 19 de abril de 2009

En el final del camino.

En el final del camino aprendí que las cosas no son siempre como te las esperas. La meta que uno quiere alcanzar siempre está compuesta de alegría y satisfacción, más no siempre es así.
Conforme vas llegando al final se desvela que muchos de tus acompañantes en esta historia que es la vida están ocultos por una máscara.
En realidad debajo de la máscara no hay nada con lo que te das cuenta de que has viajado solo. Eso te disgusta.
Cuando estás a dos pasos de la meta te has quedado sin nadie y no sabes como llegar. Has posado tu confianza en esas máscaras que han desaparecido y no eres capaz de llegar al final.
Y aquí es donde me paro yo, con un puñado de nada, a dos pasos de la meta y con una meta no deseada, a pesar de haber recorrido un largo camino con todo el esfuerzo del mundo.

No debemos fiarnos de nada ni nadie, ya que te llenarán de ilusiones que en el momento mas importante, plof.