viernes, 27 de marzo de 2009

Dr. Peanut I



Hola mi nombre es Toni Quique y soy uno de los numerosos médicos del hospital universitario de M. Embolsada.
Mi trabajo prácticamente consiste en ir habitación por habitación visitando a los enfermos y a las excéntricas ricachonas que venían a ponerse más culo, senos y dejarse la piel como una cama elástica de un circo.
Yo quería ser cirujano, pero al parecer todo esto va por rangos y primero tenemos que hacer todo el trabajo sucio que los superiores no quieren, o sea, las rondas.
Esta era la última habitación de la mañana que me quedaba por revisar, mirando en la carpeta, una liposucción, con lo que me esperaba otra cincuentona.
Además por el nombre tenía pinta de ser una turista que en vez de comprar souvenirs se hacía operaciones de estética; ¿Quién demonios se llama Larissa Schröder en un país donde las Marías y Carlos salen de debajo de las piedras?
Abrí la puerta, y allí estaba, no era tan vieja, échale unos 20.
Pensé que su liposucción sería el regalo de cumpleaños de su padre o algo por el estilo y como la curiosidad mató al gato, yo de buenas a primeras, ni hola ni nada, le pregunté que por que se había operado:


Yo: por que te has operado si eres tan joven, ¿problemas de salud?
Larissa: y tú ¿quién eres?
Yo: Hija mía, soy médico, ¿no lo ves?
L: pues... no lo pareces y si lo eres debes de ser el pringado de turno
Y: ( Cara de móc)
L: ¿además, a ti que te importa que me haya operado?
Y: yo solo preguntaba... curiosidad. Además soy el médico...
L: ¿entonces a que has venido?
Y: (a lanzarte cacahuetes, pensé) pues, revisión venga, enséñame la raja
L: ¡¿Pero será?! ¡Es usted un depravado!
Y: me refería a la de la operación...


(creo que es el principio de una buena amistad)